Con mis dibujos he caminado por: Laferrere, obviamente, Virrey del Pino, San justo, Ramos Mejía, Constitución, bien cerquita del Obelisco en GEBA, pero esta vez me tocó en Santa Fe, más precisamente en San Guillermo, centro oeste de la provincia. En una biblioteca popular genial, y muy actualizada por cierto, llamada Gastón Gori del Club Unión Cultural y Deportiva. Son cosas que la vida regala a la gente que anda con el lápiz en la mano. ¿Quién iba a pensar que el lápiz sirve para viajar? Bueno, es algo en lo que pensamos todos los artistas, pero de ahí a que se cumpla, ese es otro tema. Por muchos motivos, principalmente porque la suerte tiene que ver mucho en esto. Obviamente que en la biblio vieron mis dibujos y les gustaron, y que por eso me llamaron, pero la suerte está en el momento en que ellos conocen mi blog y comienzan a ver mis dibujos. Y en eso la biblioteca popular Madre Teresa de Virrey del Pino tiene que ver y mucho, un email viajó antes que yo, desde Virrey hasta San Guillermo, y fue una vez más la informática quien une a gente distanciada físicamente. Después están los que dicen que la tecnología nos distancia, ¡mis polainas! Estuvimos más unidos que nunca.
Evelyn fue quien me llamó, con la dulzura que caracteriza a la gente de San Guillermo, y la llené de preguntas. ¿Qué me tomo para viajar? ¿Cuánto tiempo? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué dibujos llevo? ¿Puedo llevar a alguien? ¿Dónde saco el pasaje? Y muchas otras tantas preguntas que tanto me caracterizan. Como por ejemplo, en la agencia de viajes al sacar el boleto pregunté: ¿Me das la dirección de donde sale el micro? En Retiro me dijeron, ¿Si, pero en qué parte? ¡En la estación! Ah… Gracias…
Sábado y Domingo estuvimos allí, con mi amigo Santiago, juntos revolucionamos San Guillermo, y la gente nos miraba, porque no nos conocían, porque allá se conocen todos, y muy bien. Es un lugar donde gente como el muchacho de seguridad de un pub al que fuimos no tiene mucho esfuerzo al trabajar, porque nadie genera conflictos. ¡¿Sabés el laburo que tendrías si trabajaras en Laferrere?! Le dije, y creo que daba gracias a Dios el muchacho de vivir en San Guillermo.
El la biblioteca nos trataron genial y la gente venía para conocer los dibujos y hacerse unas caricaturas de ellas y toda su familia, muchos venían con fotos, otros directamente con las cámaras digitales para que retrate a sus hijos, esposos, amigos. Todos quedaban contentos. Y muchos eran fanáticos de personajes que estaban en la muestra, como Atahualpa, o Fontanarrosa, Tita Merello, Alfonsina, Sandro, los de la Primera Junta, cada personaje era querido por lo menos por alguna persona. Bue… casi todos porque a Cristina como que mucho no la amaban.
Comimos hasta explotar, como lo hago de costumbre, buena carne, buen trato, ¡doble postre! Todo era genial. Sentados el sábado a la noche en un restaurante, la moza viene contenta preguntando si uno de nosotros era el dibujante, al decirle nos preguntó en que hora estábamos el domingo, que quería ir, que estudiaba teatro y todas estas cosas le encantaban. Hicieron entrevistas, en el canal de San Guillermo, radio y periódicos. Era fácil ubicarnos, buscaban a alguien que no conocieran y nos encontraban, como les dije antes, allí se conocen todos.
Algo que me impresionó, aparte de la limpieza extrema del lugar, fue la seguridad. Ni bien llegamos nos dieron la llave de la casa donde dejamos las cosas, y la llave de la biblioteca. Para nosotros era como darnos la llave de la ciudad. Una señora me prestó su bici, y me dijo, “Úsala tranquilo, cuando termines dejámela en casa, abrí la reja y dejala en el patio.” Todos dejaban las bicis en la calle, sin candado, sin nada, apoyaditas no más. Es que todos usaban bicicletas, allí todo quedaba a una, dos o tres cuadras, todo está cerquita en San Guillermo. Nadie se afana nada.
Estoy muy contento de haber ido, me despejó la cabeza y ahora camino por Laferrere más tranquilo, más despacio. Aquí y en muchos lugares más hace falta un poco de costumbre de pueblo.
De este viaje se abrieron puertas a otros lugares, otras provincias, así que con otro poco de suerte, estaré caminando por otros lugares de Argentina. Llevando mi Lafe bajo el brazo y un lápiz en la mano…
Gracias biblioteca Gastón Gori, gracias San Guillermo.
Gracias por el dibu Lore!
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